martes, 19 de noviembre de 2013

Mirar por la ventana

Autor: Turbera

Ahora mi corazón vibra alineándose con la ventana, las piedras en su borde, el brillo del agua y de las hojas de los árboles; iluminados por el sol incipiente. Se asoma entre unas nubes sobre la montaña que nos recoje a todos en su espléndido contraste y obscuridad.
El viento nos mueve, por eso no lo siento ni lo busco. Al igual que la montaña, nos sustenta. Es el disolutor sobre el cual vibramos y nos mezclamos libres.
Lo maravilloso del sol es que tiene la capacidad de temperarnos y enamorarnos a todos en su relación directa e invasiva. Te llama y cuativa hasta que te rindes.
Sonrío con ganas de salir volando sin alas, sólo con felicidad.


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