jueves, 5 de diciembre de 2013

Que cariños

Autor: Melissa

Que cariños más dulces se han forjado,
Lentos y sobre tardes de mates amargos o suaves, 
Sobre ñoquis, senderos, lagunas y paisajes verdes. 
Que cariños más cercanos, completos de palabras, 
De mañana, tarde y de trasnoches, 
Colmados de risas, que risas más sinceras, 
Como si nuestras vidas se acabaran en esas risas, 
Y lograran hacer vidas nuevas, porque estos no son más que cariños fértiles… 
Que crean brotes elevados, pero que por abajo poseen raíces de lenga, coihue y ciprés. 
Que cariños más cómodos, sentados en sillones junto al fuego, 
De abrazos amplios para cuando se necesitan, 
Tan anchos que se pueden sentir a través de largas distancias.. 
De distancias cortas… 
Que cariños, que fortunas.

domingo, 1 de diciembre de 2013

De tarde, perro y media luz.

autor:melisa

El viento pidió miles de deseos. Y sopló los dientes de león del jardín del vecino. 
Cada espora se esparció, haciéndolas el viento bailar Cayeron algunas cerquitas… Otras solo el viento lo sabe. 
Continúo mi camino, con el corazón a saltos, el corazón hablando. Dejo los dientes de león ya desnudos… Mirando sus semillas marchar Paso… A mirar hacia adelante y sentarme, el suelo me recibe fresco. 
Los sapos croan en un estero cercano, constante conversación la que tienen. 
Veo la luz entre los árboles pasar… Ese mismo viento fuerte los sopla, esta vez no pudo volar sus semillas, si mi pelo, si mis pensamiento. 
Soy de tardes amarillas pienso, soy de tardes de medio sol, soy de tiempos variables, de desapegos, de apegos... Soy de tardes con un perro, del croar de los sapos, Quiero vivirlo todo… Sentirlo todo. 
El sol ya se fue pero el corazón aún salta… habla.

viernes, 29 de noviembre de 2013

El saludo

autor: yo

Estaban los niños en el mirador del faro gritando para esuchar su propio eco. Saltando y gritando.
Me ven caminando en la pasarela y el Benja grita "¡Ahí va la tía javi!" "Hola tia javi!!!!".
Les hago señas y les grito de vuelta un hola, me salta el corazón emocionado porque todos se asoman a mirar como saludo y todos me saludan de vuelta.
Sigo caminando pero con una alegría que quiere ser llanto; porque Tortel me saluda y yo lo saludo de vuelta.

martes, 19 de noviembre de 2013

Mirar por la ventana

Autor: Turbera

Ahora mi corazón vibra alineándose con la ventana, las piedras en su borde, el brillo del agua y de las hojas de los árboles; iluminados por el sol incipiente. Se asoma entre unas nubes sobre la montaña que nos recoje a todos en su espléndido contraste y obscuridad.
El viento nos mueve, por eso no lo siento ni lo busco. Al igual que la montaña, nos sustenta. Es el disolutor sobre el cual vibramos y nos mezclamos libres.
Lo maravilloso del sol es que tiene la capacidad de temperarnos y enamorarnos a todos en su relación directa e invasiva. Te llama y cuativa hasta que te rindes.
Sonrío con ganas de salir volando sin alas, sólo con felicidad.


viernes, 15 de noviembre de 2013

Luna

Autor: Turbera

Podría ser tu luna si te ilumino y estoy lejos.
Ser luna y hacerte sentir afortunado por observar lo bello que te rodea.
Pintar todo de azules, grises y plata y dibujarte una sonrisa sin tener que aproximarme.
En esa distancia inevitable, como luna resplandezco porque tengo adentro lleno de explosiones, y en algún momento quiero ser apagada de repente por la realidad.
Porque el amor se hace terrible y la memoria se esfuerza por no existir; le pide al corazón que deje de sentir y ambos se niegan, juegan chocando todo el día y la noche y soñando me agarro la cabeza, tapo mis ojos y trato de olvidar sintiendo.
Sintiendo es imposible que los ojos no expresen la guerra interna.
Las pupilas se mueven a su antojo y descubren que el alma quiere escapar del cuerpo.
Nadie lo entiende.
Soy materia de estudio.
Como Teresa, que descubre su alma dejando salir a los marineros a cubierta después de mirarse por mucho rato al espejo; huye de su cuerpo... Se aleja del sentir.
Se acerca al universo propio.
Más cerca de mi, más lejos de ti.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Pensamiento durante el té de jengibre



 autor: melisa

Dicen que la felicidad se vive mejor cuando se comparte
 Esto de pronto se tornara cierto y se vuelve parte de esta cotidianidad,
Por la  alegría de ver los rallos de sol caer sobre los dientes de león,
El sonido de la lluvia en compases discontinuos sobre el metal,
Por los colores del cielo al pasar la tarde, y el té que aguanta con los trozos de jengibre,
Aquella felicidad de las cosas simples, de lo inmediato de lo alejado…de lo aislado.

Dicen que la felicidad es mejor cuando es compartida…lo digo,
Por que se hace necesario, cuando lo vivido y deseado se puede hacer mutuo y cercano,
Que la emoción que siento se reviva en  un otro, que este sentir un tanto solitario
Se vuelva un sentir compartido, de dos tazas de té con jengibre junto al fuego.

Hace unos días conocí a la señora margarita, su felicidad era aparentemente solitaria,
Y me pregunte con quien comparte su felicidad, sus momentos de emoción
Sus logros e instantes de gusto, me imagine con su caballo, con sus vacas, con su perro, consigo misma… mi admiración fue enorme frente a esa posición de vivir la vida,  resultado quizás de aprendizaje, de tantas cosas que solo los ojos del tiempo  y  los deshielos recuerdan.

Dicen entonces, que la felicidad algunos la comparten consigo mismos,
Con la soledad de ver crecer los campos y brotar los frutos del trabajo.
 Bastará entonces más de algunos meses para convivir con felicidades solitarias
Por que acostumbramos a comunicarlas a un otro y vivimos en la necesidad de descubrirlas, hacerlas ajenas.
Queda entonces aprender a  compartirlas  con uno mismo,
con una taza de té de jengibre, con el corazón agradecido por todo lo vivido.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Queda un gusto amargo pero un recuerdo dulce...

 autor:  turbera

Al conocer lo que el otro siente
Al satisfacer un anhelo que duró semanas
Sin querer se mata el recuerdo
Teniendo todo en la memoria para ser feliz.

Simplemente no hay que preguntarse más
Tampoco vivir del recuerdo dulce
Y sí mirar a otro lado con los ojos felices
para vislumbrar eso que brilla pero que no quiere ser visto.

Y juntar hartas piedras de distintos tamaños
unas mas pesadas que otras
Mostrandose históricas, únicas, especiales y bellas.
Para admirar
Recordar
Poseer por un momento
Con la realidad palpándose, ya que, no se pueden llevar todas las que juntes de un lado a otro...
¿Dónde? ¿En qué? ¿Un baúl? ¿Una caja?

¿Existirá una piedra lo suficientemente pesada como para evitar que me mueva?

Encontré una
Con forma de corazón, uno real, no ese simétrico que se dibuja en los cuadernos y se pintan de rojo.
Uno real, deforme y que pareciera que palpita y sangra.
Hermoso.
Pesado.
Y de esos que hacen dudar de moverse para no dejarlos tirados.